martes, 23 de noviembre de 2010

cuadros al estilo decorativo

Los cuadros poseen la peculiaridad de realzar la decoración del hogar. Además de fortalecer el estilo decorativo del ambiente. Bien elegidos y distribuidos van a aportar valor. En cambio, si se ha hecho una mala elección o se los ha dispuesto de forma equivocada, esto provocará un impacto visual no deseado, alterando la idea original de la decoración elegida.
Es sumamente importante conocer algunas reglas, que nos dirán dónde y cómo elegirlos y también la forma de distribución acertada.
Elección de los Cuadros: En primer lugar debemos tener claro que los cuadros no son un accesorio que se encuentra aislado del resto de la decoración. Por ello, se debe buscar siempre relacionarlos con el estilo del ambiente donde serán colocados. Sin dejar de lado el gusto personal, ya que los cuadros deben tener una identificación con quienes habitan la casa.
Dónde y cómo colgarlos: En decoración existe un principio que dice que los cuadros deben estar a la altura del observador. Si se cuelgan demasiado altos se fuerza el punto de visión.
No deben quedar colgados como si estuvieran expuestos en una galería de arte. Deben guardar un criterio entre sí y también con el conjunto
Ante la duda es mejor colocar pocos cuadros, evitando extenderlos en las paredes sin ningún tipo de orden.
Agrupar cuadros: Antes de colgarlos, es una buena idea colocarlos en el piso, distribuyéndolos de la forma deseada. Así se tendrá una idea de como combinan entre sí y si forman un conjunto armonioso.
Para colgar varios cuadros agrupados, es conveniente colgar un cuadro en el centro del ambiente -o sea centrado en relación al resto de la habitación y de las paredes, techo y muebles- luego se colocan los demás guardando relación con el primero.
Siempre debe dejarse un espacio entre los cuadros, no colocarlos pegados entre sí. Cuanto más pequeños, menor la distancia entre ellos. El ancho de dos cuadros nunca debe ser menor al espacio entre ellos.
Los cuadro pequeños se colocan en grupos o pares,  jamás en forma aislada. En una pared estrecha (entre dos ventanas por ejemplo) se puede adoptar una secuencia vertical de pequeños cuadros.
También pueden colgarse en línea vertical u horizontal, en dos o tres hileras, en forma desordenada -pero con un cierto equilibrio-, en cruz o formando figuras geométricas. Se debe tener en cuenta el tipo (tela, foto, pintura), su diseño (abstracto, paisajes, flores, naturaleza muerta) y el tipo de marcos. Todo esto contribuye a realizar una elección armónica.


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